Desde
el nacimiento, siempre estamos aprendiendo todo el tiempo; no importa si es una cosa pequeña o
grande. A veces es posible aplicar
lo que aprendimos a muchas partes de la vida. Se puede usar esas lecciones de vida en una manera lógica,
como las reglas en las matemáticas pueden ser adaptadas a otros materias o como
la habilidad de hablar en público es necesario en muchos profesiones.
La
semana pasada visité un lago pequeño cerca de Middlebury, VT. Era un día bello aunque hacía mucho
calor. Una brisa amable se
arremolinaba alrededor del agua que fue construido hace muchos años. Los pinos altos de un verde más profundo
que el césped durante la primavera, parecía como una valla a lo largo de los
lados del agua.
Subimos
al lugar más alto desde donde uno puede saltar. Como saltar de un edificio grande, el descenso era de
sesenta pies. Todos tenían miedo
sobre el salto al agua azul con minerales. Nadie quería ser la primera persona en saltar porque a
primera vista, nos parecía muy peligrosa.
Después de diez minutos de
riñas, me di cuenta de que solo era necesario saltar. Ya sabíamos que era seguro con tal de que la persona saltara
recto y con sus brazos al lado.
Sin esperar un minuto más, salté de la sobresaliente de piedra por
encima del lago. Mi salto fue
perfecto. Yo entré al agua como si
fuera un lápiz cayendo del cielo. Por
un momento, mi estómago se sintió como una jaula de mariposas, pero en el aire,
todo mi atención se enfocó en la forma de mi cuerpo antes de mi sumersión.
En ese momento, la única
razón de ese salto era para la descarga de adrenalina, pero aprendí mucho más
ese día, aprendí algo que puedo usar el resto de mi vida. Al reflexionar, me doy cuenta de que
siempre había tenido problemas tomando decisiones. Siempre me llevaba mucho tiempo analizar y examinar a la
situación como si estuviera debajo de un microscopio. Constantemente consideraba cada elemento de la circunstancia
aunque no fuera muy probable. En
el futuro, como en el día que pasé en el lago, necesito tomar decisiones más
rápido, porque es posible que pierda una oportunidad en el futuro si no actúo
en el momento adecuado.
A veces en la vida, uno solo
necesita decir, ‘salta’, en su mente y
la gran parte del tiempo uno no se va a arrepentirse de nada. Simplemente, salta.
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